Comentario de texto narrativo: Carmen Laforet, Nada
Carmen Laforet, Nada[1]
"Por dificultades en el último momento para adquirir billetes,
llegué a Barcelona a medianoche, en un tren distinto del que había anunciado, y
no me esperaba nadie.
Era la primera noche que viajaba sola, pero no estaba asustada; por el
contrario, me parecía una aventura agradable y excitante aquella profunda
libertad en la noche. La sangre, después del viaje largo y cansado, me empezaba
a circular en las piernas entumecidas y con una sonrisa de asombro miraba la
gran estación de Francia y los grupos que se formaban entre las personas que
estaban aguardando el expreso y los que llegábamos con tres horas de retraso.
El olor especial, el gran rumor de la gente, las luces siempre tristes,
tenían para mí un gran encanto, ya que envolvía todas mis impresiones en la
maravilla de haber llegado por fin a una ciudad grande, adorada en mis sueños
por desconocida.
Empecé a seguir -una gota entre la corriente- el rumbo de la masa humana
que, cargada de maletas, se volcaba en la salida. Mi equipaje era un maletón
muy pesado -porque estaba casi lleno de libros- y lo llevaba yo misma con toda
la fuerza de mi juventud y de mi ansiosa expectación.
Un aire marino, pesado y fresco, entró en mis pulmones con la primera
sensación confusa de la ciudad: una masa de casas dormidas; de establecimientos
cerrados; de faroles como centinelas borrachos de soledad. Una respiración
grande, dificultosa, venía con el cuchicheo de la madrugada. Muy cerca, a mi
espalda, enfrente de las callejuelas misteriosas que conducen al Borne, sobre
mi corazón excitado, estaba el mar."
1. Localización del texto
Su autora es Carmen Laforet, escritora que se dio a conocer con esta
novela. Ganó el premio Nadal en 1944 y constituyó una revelación, ya que solo
tenía 23 años. Sus novelas posteriores (La mujer nueva, La insolación) no han
alcanzado la fama de la primera novela.
El texto es el comienzo de la novela, cuando la protagonista, una chica
huérfana de 18 años, llamada Andrea, llega a Barcelona para estudiar en la
Universidad. La vida en casa de unos familiares casi desconocidos le resulta
insoportable porque son unos tipos enormemente especiales: el tío Román, un
intelectual muy complicado; el tío Juan, que siempre está peleándose con su
mujer; la tía Angustias, una beata muy autoritaria; una abuela muy infeliz y
una extraña criada constantemente acompañada de un perro negro. Para salir de
este ambiente asfixiante, se entrega a la vida universitaria, pero sus amigos
tampoco le ofrecen lo que esperaba. Desilusionada tras un año de fracasos,
marcha a Madrid para empezar una nueva vida.
Para nuestro comentario nos interesa un dato biográfico: Carmen Laforet,
a los 18 años, fue a estudiar a Barcelona. Durante tres años estudió Filosofía
y se traslada después a Madrid. La experiencia de la escritora y la de Andrea
son muy similares, por lo que se ha considerado una novela autobiográfica.
2. Análisis del contenido
2.1. Asunto, estructuración y tema
del texto
El fragmento cuenta la llegada de la protagonista a una estación de
Barcelona. Como el tren ha llegado con retraso, no la espera nadie. Está
cansada y no conoce la ciudad, pero todo le parece maravilloso porque tiene
grandes ilusiones.
El texto sigue un desarrollo lineal. En el primer párrafo nos pone en
antecedentes (acaba de llegar a Barcelona). En el segundo, nos explica el
estado físico (está cansada) y su estado de ánimo (excitada y asombrada). El
tercero nos da la razón de su excitación (al fin se han cumplido sus sueños de
llegar a una ciudad desconocida). En el cuarto párrafo sigue la narración (va
andando por la estación con la maleta), insiste en su estado de ánimo
(expectación) y nos da un nuevo dato: es estudiante (el maletón va lleno de
libros). El último párrafo es una descripción de la ciudad de Barcelona al
amanecer.
El tema sería la expectación de una persona joven ante la nueva vida que
va a comenzar en una ciudad desconocida.
2.2. Personajes, espacio y tiempo
En este fragmento solo aparece uno de los personajes de la novela:
Andrea, la protagonista. Aunque aquí se muestra muy optimista, en el transcurso
de la obra irá volviéndose cada vez más pesimista y acaba totalmente
decepcionada de ahí el título de la novela: Nada.
Los hechos suceden en la Barcelona de los años de posguerra. En nuestro
texto aparecen lugares concretos de la ciudad: la gran estación de Francia, y
el Borne. La acción se situará después en la calle Aribau, donde viven los
familiares de Andrea, y en la Universidad.
2.3. Postura del autor
Está escrito en primera persona, que es a la vez la protagonista de los
hechos narrados. Todo es descrito desde su punto de vista: el alboroto de la
estación, el letargo de la ciudad.
Es una narradora muy subjetiva, que percibe todas las cosas desde su
propia sensibilidad. Su estado de ánimo es tan eufórico y optimista que ve como
buenos, hechos en realidad adversos: el tren ha llegado con tres horas de
retraso, no la espera nadie, está sola, es de noche, está cansada del viaje, la
maleta pesa muchísimo, el aire es húmedo y pesado.
2.4. Análisis de la expresión
Al elegir la primera persona (llegué, no me esperaba nadie...), la
autora ha acercado los hechos al lector, pues la narración en tercera persona
siempre establece una distancia mayor entre los hechos y el receptor.
Ya habíamos visto que su visión de las cosas era muy subjetiva. Podemos
comprobarlo al examinar los numerosos adjetivos que emplea, todos muy
valorativos: aventura agradable y excitante, profunda libertad,
luces siempre tristes, maletón muy pesado, ansiosa
expectación.
A pesar de ser una novela testimonial que retrata la sociedad española
de posguerra, su lenguaje es lírico. Así, para dar idea del desamparo de la
protagonista en una ciudad desconocida emplea una metáfora: Empecé a seguir -una
gota entre la corriente- el rumbo de la masa humana. Y en la descripción de
la ciudad recurre al símil (faroles como centinelas borrachos de soledad) y a
la personificación (casas dormidas, cuchicheo de la madrugada).
2.5. El texto en su marco social
La acción se sitúa en un ambiente muy concreto, la Barcelona de los años
posteriores a la guerra y en un ambiente burgués. El lector de los años 40 se sintió muy
identificado (la novela tuvo mucho éxito y marcó un hito dentro de la novela
social de posguerra). Sin embargo, el tema (la expectación y posterior
desilusión ante un ambiente sórdido y gris) continúa vigente.
3. Conclusión
El análisis de un fragmento de la novela Nada, de Carmen Laforet,
nos ha permitido ver una de las vías que adoptó la novela testimonial española:
el retrato de la sociedad a través de la visión subjetiva de su protagonista.
La escritora empieza su novela en un tono muy eufórico para que el efecto de la
crítica sea mayor: todas las ilusiones de Andrea se quedan convertidas en
"nada" por culpa de la mediocridad que encuentra a su alrededor. Haber
sido escrita por una persona muy joven y, seguramente, basándose en una
experiencia personal, da a la obra un interés especial.
[1] Antonio Blanco
Carril y otros, Lengua y Literatura
española 8, E.G.B., Zaragoza, Luis Vives, 1980, pp. 286-288.
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